jueves, 1 de diciembre de 2011

La cruda realidad

Empezare por decir que este blog lo cree para compartir con muy buenas amigas, que al verme hundida y sola, se alejaron de mí con el pretexto de que yo no valoraba lo que tenía y que estaban cansadas de escuchar mis quejas.


Es cierto que me porte algo maniática con el tema, pero lo que no supieron entender es que todo lo que me pasaba no era más que el producto de una terrible depresión pos alumbramiento.

También les diré, que decidí escribir periódicamente aquí lo que me sucede, ya que tengo pocas amigas y necesito descargarme de todo lo que me pasa sin aburrir a todo mundo.

Yo crecí en una familia muy tradicional, intachable, con un padre totalmente ejemplar, incapaz de mentir, de engañar mucho menos, con un amor incondicional hacia mi madre y sobre todo muchísimo respeto a ella.

Me criaron creyendo que el valor de una persona está en sus principios, su bondad, su lealtad y sobre todo su integridad.

Mi padre fue mi ejemplo de hombre, mi héroe, el mejor hombre que conocí en este mundo.

Hace unos meses, me entere que a punto de cumplir 39 años de casados mi padre le es infiel a mi madre, le miente descaradamente, es desleal y no le importa nada más que su bien estar propio.

Con mucho dolor he visto como mi madre ahora que esta vieja, un poco enferma, es desechada como si fuera algo inservible.

Las personas más importantes de mi vida son, mi madre, mi hija y mi esposo y me duele muchísimo ver como las lágrimas de mi mama caen sin poder detenerse.

Me duele darme cuenta que mi padre es un hombre más del montón, no esa persona especial que yo pensé.

Siento que lo quiero mucho, pero también siento que lo odio, por lastimar sin piedad a una de las personas que más he amado en mi vida, a una de las personas más buenas que conozco, una de las personas que creo no tiene comparación con nadie existente en esta galaxia.

Me veo impotente al tratar de hace que mi madre reaccione y se aleje del ser ruin, en que se ha convertido mi padre, pero no logro nada más que gastar mis palabras, ella me dice que no entiendo, y tal vez tenga razón, pero me siento, impotente, incapaz de ayudar a ese ser tan maravilloso, a ese ser que se merece el cielo.

Qué hacer??? No lo sé!!! Tan solo sé que el respeto hacia mi padre va desvaneciéndose poco a poco….

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